La pintura gótica, implica un gran cambio respecto a la pintura románica, debido a la progresiva reducción de los muros y su sustitución por vidrieras, lo que supone la búsqueda de otros soportes, desarrollándose la pintura sobre la tabla.
Aunque en pintura gótica es más difícil hablar de características generales, ya que se suele analizar las diversas escuelas y tendencias, podemos señalar las siguientes:
- Las técnicas empleadas son variadas según los soportes: temple y óleo, en pintura sobre tabla, y el fresco en las pinturas murales.
- El dibujo tiene una gran importancia: delimita formas, marca modelados, crea ritmos compositivos..
- Importancia del modelado, desde tonos planos al juego de contraluces
- La luz contribuye a destacar el volumen, pero en general no es una luz real y puede tener contenido simbólico
- El color es un elemento clave, se utiliza en gamas ternarias, con frecuencia es un colorido irreal lleno de contenido simbólico
- El interés por la perspectiva también evoluciona, aparece la preocupación por el espacio pictórico a partir del siglo XIV, con los pintores italianos y el gótico internacional
- La composición tiene muy en cuenta el eje de simetría, con los elementos orientados hacia el centro teórico del cuadro.
- Las formas de expresión reflejan un nuevo ideal estético hacia un naturalismo idealizado individual y expresivo, al igual que en la escultura.
- La temática religiosa, y en menor escala también la profana
- Tiene un carácter narrativo y finalidad didáctica y devocional
La evolución de la pintura gótica se realiza en cuatro etapas que reflejan la evolución y la personalidad de los artistas:
- Estilo franco gótico (mediados del siglo XII hasta mediados del siglo XIV)
2. Estilo italo-gótico (segunda mitad del siglo XIV) destacan: La escuela de Siena y La escuela de Florencia
- El estilo internacional (finales del siglo XIV y primera mitad del siglo XV)
- La escuela de los Primitivos Flamencos (siglo XV y principios del siglo XVI)
Y es precisamente esta última la que nos interesa, para poder hacer así un análisis exhaustivo del “Matrimonio Arnolfini”
En el siglo XV, algunas ciudades de Flandes se convierten en sedes de una importante escuela pictórica, que para muchos autores supone ya los inicios del Renacimiento. Tiene sus orígenes en el gótico internacional y su mayor aportación al arte europeo será su progresiva captación de la realidad, que se inspira en la escultura y que se verá favorecida pro la nueva clientela: la burguesía. Las características del estilo flamenco son:
- Innovación técnica. El trabajo de pintura al óleo que permite realizar superficies muy lisas y los cuadros ganan en color, luz y juegos de trasparencias, además de un trabajo lento que da lugar al virtuosismo.
- Desarrollo de la pintura sobre tabla
- Minuciosidad y gusto por el detalle. Las obras se conciben para ser contempladas de cerca, y por eso se recrean detalles.
- Introducción del retrato a través de la imagen del donante
- Valoración de la luz
- Interés por la reproducción de los objetos de la vida cotidiana, como las escenas burguesas en interiores, con muebles, cuadros y diversos objetos.
- Amor al paisaje, que se aprecia en las luces del horizonte o en los brillos de las aguas.
- Naturalismo y realismo. Un enfoque cercano lleva a los pintores a una representación veraz de la realidad, captando todos los detalles.
- Creación de un espacio pictórico, como consecuencia del realismo y el naturalismo con que se realizan las obras
Una primera generación de pintores, está compuesta por los hermanos Jan y Humberto Van Eyck, Roger Van Der Wyden, Campin y Patinir. En la segunda generación de pintores flamencos, que se extiende a lo largo de la segunda mitad del siglo XV y principios del siglo XVI, destacan pintores como: Memling, Gerad David, y El Bosco.
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